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viernes, 9 de diciembre de 2011

El fútbol italiano y el maltrato al balón

Una vez oí decir a Valdano que el fútbol, entre otras cosas, podía considerarse un vehículo de la expresión nacional. Asumiendo lo que de verdad tiene, hay que reconocer que en Brasil se juega al fútbol con la misma alegría con la que se viven sus carnavales o que un equipo alemán será tan ordenado, preciso y eficaz como cualquiera de sus fabricas. Aun así,  en este caso,  Italia representaría un autentico rara avis. El fútbol italiano tiene una sólida identidad nacional forjada a lo largo de décadas cuya mayor expresión es el cattenaccio. El cattenaccio hoy en día más que un sistema concreto de juego es toda una filosofía sobre el juego defensivo que se rige sobre dos máximas; A saber, dejar siempre la iniciativa del juego y el control del esférico al rival, utilizando el contraataque como principal recurso ofensivo, y un estricto rigor táctico que convierte a los jugadores en simples peones con la tarea de defender. Desgraciadamente para quienes lo hemos tenido que sufrir, suele ser un fútbol muy pobre y aburrido, excesivamente amarrategui, rácano y permisivo con el fútbol violento. Curiosamente nada o casi nada comparte con el festivo espíritu italiano, alegre y temperamental, creativo, extrovertido y romántico, a veces estricto con las tradiciones, a veces absurdo hasta lo esperpéntico. Como mucho un cierto aire maquiavélico, por lo del fin justifica los medios, pero nada mas. No hay dos cosas mas diferentes en el mundo, que aquel divertido pueblo de Amarcod y aquella horrible final de Copa de Europa que jugaron Milán y Juve en el 2001.
Sea como fuere, el fútbol italiano se ha caracterizado por un maltrato sistemático al talento y al juego ofensivo. Recuerdo que la frase que mejor lo sintetiza se la escuche a un amigo cuando discutiendo con unos italianos sobre que jugador debería ganar un premio les dijo, “para que queréis un balón de oro, si cuando tenéis uno de verdad en las piernas no queréis hacer nada con el”. Como el talento no entiende de fronteras ni de tendencias, Italia ha acunado alguno de los mas brillantes futbolistas. De esta forma, en la alineaciones de la azzurra siempre hemos podido distinguir algún que otro poeta entre tanto soldado. De entre estos, hay una clase de futbolista italiano al que siempre he guardado especial admiración, este es el tretraquartista. La traducción mas fiel seria la del clásico mediapunta ( por lo de los tres cuartos de campo), aunque posiblemente para la versión mas actual y autóctona de ese jugador en Italia habría que hablar de segundo punta. He leído y visto videos sobre Rivera y de Riva, pero para mi, el tretraquartista italiano por excelencia será siempre Roberto Baggio; Después Del Piero y Totti; Juntos, los tres futbolistas italianos más geniales que he visto jugar nunca. Roberto Baggio es sin dudas el más grande de los tres, aunque tanto Del Piero como Totti son dignas continuaciones de un estilo de juego basado en la habilidad, la clase y la elegancia. Irónicamente, aún cuando su calidad ha sido reconocida en un fútbol que encorseta el talento, la suerte les ha sido relativamente esquiva. He visto a Italia jugar tres finales y en todas he visto como el azar no era justo con quien se lo merecía. En el Mundial de USA de 1994, una de las selecciones brasileñas mas aburridas que recuerdo ganó el titulo en penaltis a una selección italiana que había practicado un fútbol tacaño y defensivo a lo largo de todo el torneo. Que alcanzaran la final se debió a la figura de Roberto Baggio. Desgraciadamente fue el propio Baggio quien mando a las nubes aquel ultimo penalti del mundial, dándole el titulo a los brasileños. En la final de la Eurocopa del 2002, una Italia que dominó, jugó mejor y atacó mas que una Francia liderada por Zidane perdió por un gol en el tiempo de descuento y otro en la prorroga. Aquel día, Totti jugo un partidazo participando en la jugada del gol; Del Piero salio en la segunda parte y echo un partido malísimo fallando dos claras ocasiones de gol; Ambos perdieron una final que Italia no mereció perder. Curiosamente ese día la azzurra  hizo algo que rara vez hace, salir a ganar una final. Si por algo se ha caracterizado el combinado nacional italiano, ha sido porque en el momento de la verdad, siempre practicará el cattenaccio. Cuando los títulos están en juego, los italianos echan el cerrojo, te regalan el balón y esperan a que tu solito te dispares sin querer en el pie. Así lo hicieron en la final de Berlín del Mundial del 2006, y aquel día la jugada les salio bien. Francia esta vez fue el equipo que mereció mas, pero la expulsión de Zidane, un jugador que no mereció despedirse así del fútbol, les condeno. Aquel día, Totti y Del Piero ganaron el Mundial y participaron en la final. Ninguno jugó un gran encuentro, es más, ninguno jugó un gran Mundial; Totti acababa de recuperarse de una lesión y llevaba una placa de metal y diez tornillos en el tobillo, demasiado hizo jugando partidos de esa exigencia; Del Piero  aunque seguía manteniendo la clase iniciaba ya el ocaso de su carrera y hacia años que sus botas ya habían dado lo mejor de su fútbol. Ambos ganaron un Mundial, un logro que ya justifica toda una vida en un futbolista, pero lo hicieron en un equipo que en lugar de  dejarles desplegar toda su magia, la ensombreció por un fútbol dominado por Gattusos y Materrazzis. La extraña relación entre el talento y el fútbol italiano esta llena de sucesos como estos, a veces mezcla de lo dramático y lo absurdo, a veces mezcla de lo bello y lo amargo. Curiosamente esto es algo tan italiano como una película de Fellini. En fin, para la próxima Eurocopa, Prandelli ha recuperado la figura del tretraquartista para la selección, y la verdad, yo estoy impaciente por saber cual será el próximo capitulo de esta extraña relación.



                                                                                                                                           ROBERTO
                                                                                                                                                                           

4 comentarios:

  1. robert mu bonito...pero ponle mas puntos y aparte y letras mas grandes, que da pereza leer tanta letra...

    salu2

    Danny

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  2. Veo que vuestro interés es la critica como meros espectadores y no como gente que ha vivido y mamado el fútbol desde el interior, participando.No os veo jugando al fútbol, sino observando como otros practican este amado deporte.Hasta el nombre del blog es de cliché.
    Lo único que hacéis es filosofía barata en torno al balompie.Demagogia.

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  3. ya ha llegado el gracioso de turno, ten amigos para esto..... ya te vale, Juanma, tendrás cara..... si eres tu el que lleva años sin darle una patada a un balón!!!!! gracias por comentar, aunque sea para poner lo que has puesto, a ver si la próxima vez no metes tanto el deo en el ojo

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  4. Juanma que tocahuevos eres, deja que esta gente escriban lo que quieran y como quieran que para algo es su blog. No te imagino a ti corriendo detrás de un balón aunque si de portero.

    Roberto veo que en tu última entrada ya dejas espacios entre los párrafos y se puede leer más comodo, mucho mejor.

    Fernando es el puto amo, el que más sabe de futbol que yo conozca...No conozco ni a Maldini ni a Gabi Ruiz

    Y Dani, que bien se tapea en Granada, coño!

    Felicidades por el blog y como dijo el futbolista inglés Mark Draper “Me gustaría jugar en un equipo italiano. Como el Barcelona.”

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